En Alcázar de San Juan a 29 de Mayo de 2015.
Estimado amigo:
Ya que me escribe preguntándome por lo ocurrido sepa usted que yo soy una persona que ha perdido el respeto de todo el mundo, he sido humillado y por así decirlo, pisoteado como una cucaracha. Por todo esto he llegado al extremo de que mi cuerpo y principalmente mi mente está totalmente desconcertada.
Yo era un chaval como cualquiera, una persona que caía bien a la gente, era amigo de mis amigos pero no lo era de mis enemigos y por eso pienso que he acabado así. Bueno, como iba diciendo yo era una persona que hacía lo que toda la gente de mi barrio y pueblo. Estudiaba, salía, cumplía con mi labores en casa... También he de decir que no solo he hecho cosas buenas, sino que también he hecho cosas malas como todo el mundo. Por el Instituto todo el mundo me conocía como ``híper´´ de hiperactivo, era una persona que no se estaba quieta. En el instituto la gente me saludaba con agrado y también fuera de él, cuando me veían por la calle se paraban a hablar conmigo...
Llevaba un tiempo en que notaba a la gente muy rara,pasó de estar genial conmigo a como si apenas me conocieran, como que no tenían el mismo afecto que tenían anteriormente, no se, muy raro. Llegué a pensar que me tenían un poco como mal acostumbrado o yo solo me lo ganaba de que todo el mundo me hablase con agrado. Claro está de que también hay días que una persona puede estar bien o mal y así se demuestra su carácter. Bueno el caso es que yo los notaba muy raros. Entonces decidí preguntarles, principalmente a los chicos de mi grupo a preguntarles qué les pasaba. No me dieron respuesta sino que directamente decidieron no hablarme y deduje que me habían echado del grupo. Yo pienso que les vino como anillo al dedo de que les preguntara eso para tener la ocasión de echarme. Entonces yo me empecé a preguntar qué había hecho mal, cuál era el motivo de todo eso... Todo el rato con esas preguntas metidas en la mente. Comencé a sentirme cada vez más solo, como que nadie me quería, que no caía bien. En el instituto empezaron a hacerme la vida imposible, cada error que cometía lo aprovechaban para reirse de mi e incluso por los pasillos me hacían la zancadilla.
Hasta que llegó aquel día, lo recuerdo como si lo hubiese vivido hace un segundo. Ese momento en que entra mi padre una cara de felicidad diciendo que había encontrado trabajo en Madrid y que nos teníamos que ir. Fue el momento más feliz de mi vida. Tanto que me puse a dar saltos por toda la casa, subiendome por los sofás y saliendo al balcón y gritando ¡¡Adiós pueblo!! Subí a hacer la maleta ese mismo día, pues al día siguiente partíamos de Tomelloso.
Me despedí de mis queridos compañeros que tanto quería diciéndoles que ojalá no me vuelva a cruzar en mi vida con ellos.
Ver Madrid fue lo mejor, pensar que ya no estabas en aquel pueblo era un sensación de euforia para mi. Mis compañeros de colegio eran muy buenas personas, por lo menos me trataban mejor aunque aún comprendo que no quieran muchas cuentas conmigo, pero por lo menos la gente no te mira como un bicho raro. La casa estaba a 20 minutos del centro y mi habitacíon era un lujo, daba al frente de la fuente de Neptuno.Realmente, Madrid fue mi salvación.
Un saludo y que te vaya bien por allí.